Cuando Tomás Linn nació en Montevideo (1950), tal vez ya era periodista. Pero eso es algo difícil de probar. Lo cierto es que a los 19 años, viendo que en esa época no había donde estudiar periodismo en Uruguay, armó sus valijas y “estimulado y apoyado por su familia” se fue a Buenos Aires. Eso fue en 1970. Hace 42 años. En Buenos Aires recibió un grado por sus estudios de periodismo, y también conoció a la chica que habría de ser su esposa. En 1974 empezó a trabajar en El Diario, vespertino popular de aquellos años, donde aprendió de los grandes periodistas de la época: Antonio Mercader, Iván Kmaid, Daniel Álvarez, Alfredo Testoni, Juan Francisco Fontoura, Romeo Otero. No eran tiempos fáciles para practicar una profesión siempre necesitada de espacios de libertad. Y si bien llegó a ser Subsecretario de Redacción del diario, su mochila se iba cargando de frustraciones. La oportunidad llegó en los años 80, durante el complicado proceso de salida de la dictadura. Fue Jefe de Redacción de dos semanarios opositores a la dictadura: Opción y Aquí. Un de ellos fue clausurado en forma definitiva. Fueron años en que varios semanarios jugaron un papel crucial en la salida democrática. Durante más de 25 años fue profesor de periodismo, tanto en la Universidad Católica como en la Universidad de Montevideo. Realiza un postrado entre 1995 y 1996, becado en la Universidad de Maryland. (USA) Trabajó brevemente en una agencia de noticias, en radio y televisión. Cubrió también acontecimientos en el exterior, en especial en Estados Unidos, Cuba, Argentina, Colombia, Unión Europa, Unión Soviética. Invitado por el gobierno de Su Majestad Británica, viajo al Reino Unido en dos oportunidades para conocer el Parlamento, el Gobierno y su organización partidaria. En 1989 Danilo Arbilla lo llamó para trabajar en Búsqueda. Y desde entonces su columna semanal ha salido con constancia y regularidad. También ahí tuvo grandes maestros: Daniel Gianelli y en especial el propio Arbilla. Su columna de los jueves es una forma de hacer periodismo de opinión, independiente y profesional. Y la idea constante que defiende desde siempre, es la de la libertad y los derechos básicos inherentes e inalienables a cada persona. Y que en una democracia que se precie, valen más que las presiones y abusos que ejercen los Estados. Esa visión suya “importa recalcarlo ante una institución que valora los vínculos uruguayo-británicos” se inspira en la larga lucha que marcó a la historia británica en favor de la libertad. Lucha que establece un primer mojón en 1215 con la Carta Magna. En 1688 con la Revolución Gloriosa. En el pensamiento liberal de los filósofos ingleses del siglo 17 y la ilustración escocesa del siglo 18. Y en el pensamiento de aquellos colonos británicos rebeldes, que establecieron su independencia en América del Norte. Esto esta presente en sus libros sobre periodismo y en los referidos a la realidad nacional, en especial el que analiza “Nuestras democracias imperfectas” (tema vigente si lo hay en América Latina) y su popular libro “Los Nabos de Siempre”. ... En eso sigue, jueves a jueves, en Búsqueda. Ganador del Premio Morosoli de Plata para el rubro Periodismo en 1998, Publicó cinco libros: dos sobre periodismo y tres sobre política. - De buena fuente: una aproximación al periodismo político (1989) - Los temas sobre la mesa (1994), en los que repasa los primeros años y los debates planteados durante este período. - Pasión, rigor y libertad, (1999) Propone una aproximación a la práctica profesional de los periodistas despojada de mitos y estereotipos. Se discuten las condiciones y requisitos para el ejercicio de la profesión, los dilemas y conflictos con que el periodista se enfrenta a diario, las relaciones con los poderosos, con las fuentes y con el público. - Los Nabos de Siempre (2004) son esos miles de uruguayos que tanto hacen por su país y poco le piden. Vale su voto, no los amigos que tienen en el poder. Vale su voz, no su adhesión a un partido. Producen la riqueza y pagan una a una, todas las cuentas, propias y ajenas. Pagan cuando otros reclaman un “perdonatutti”. Pagan cuando otros apuestan a la amnistía tributaria - Así concebidas. Nuestras democracias imperfectas (2008). Hubo euforia en toda América Latina cuando empezaron a caer las dictaduras de los años 70 y el mapa del continente se tiñó de color democrático. Sin embargo, 25 años después, estas desnudan sus imperfecciones.
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